Doctrina Beneficiosa y Adoración Agradable

Sermón predicado en Hebreos 13:9-16 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 3/24/19 en Novato, CA.

Sermón

Rev. W. Reid Hankins, M.DIV.
Traducido por el Diácono Diego Merino
Hebreos 13:9-16
3/24/19

Los cristianos ciertamente deberían preocuparse con ambos la doctrina y la adoración correcta. Hebreos aquí dice que deberíamos preocuparnos por eso. Es para nuestro bien y es para la gloria de Dios. Hay mucho aquí en este pasaje que nos trae. Para poder hacer justicia a para todos los que está aquí, vamos a ver hoy los versos exteriores de este pasaje, versículo 9 y versículos 15-16. Ellos son el paréntesis y el marco que hay en medio de los versos. Veremos más de cerca en esos versículos la próxima semana.

Comenzando entonces con el versículo 9, nuestro primer punto será considerar esta prohibición contra “varias y doctrinas extrañas”. Los cristianos deben estar en guardia contra los maestros falsos y las falsas religiones. Recuerda el contexto aquí es lo que estudiamos la semana pasada sobre nuestros líderes. Necesitamos agarrarnos fuerte a la enseñanza de esos líderes, pasados y presentes, que nos predican a Cristo y su evangelio, porque Cristo y su evangelio no cambian. El contraste aquí se da como “diversas y doctrinas extrañas”. No debemos ser llevados por tales doctrinas.

La palabra “varias” aquí en el griego, es como suena. Hay muchos tipos diferentes de enseñanzas que pueden venir a nosotros. Pero no todas las doctrinas deben ser aceptadas. Qué mensaje tan profético para nuestra cultura hoy. Nuestra cultura quiere cada vez más afirmar el pluralismo religioso. El pluralismo religioso abarca “diversas” doctrinas. A veces esto viene de manera pragmática: la gente dice que solo encuentres una religión que funcione para ti. Otras veces esto viene de manera sincrética: dicen que las diferentes religiones cada una trae ideas complementarias en nuestro conocimiento de lo divino. Pero el cristianismo niega ese pensamiento. Aquí mismo nos dicen que no vayamos tras de estas doctrinas diversas.

¿Por qué? Debido a cómo define esto cuando se refiere a estas diversas doctrinas como doctrinas “extrañas”. Esto no es “extraño” en el sentido de “raro” o “anormal”. Esta es la palabra griega para “extranjero”. Entonces, esto es “extraño” como extranjero y como tipo forastero. Estas otras doctrinas, si no son las doctrinas de Cristo, son doctrinas extranjeras, hablando religiosamente. En otras palabras, no son cristianas, son de otra religión. Déjame ir con esta analogía un poco más. Cuando se trata de “inmigración” en términos del reino de Dios, Dios permite la inmigración de las personas pero no de otras doctrinas. Podemos inmigrar a las personas al reino de Cristo si asimilan la verdadera doctrina. Podemos traer a tales forasteros a la iglesia y hacerlos que estén adentro de la iglesia así cuando vienen a Jesús en la fe. Pero no debemos intentar inmigrar otras doctrinas extrañas en el reino de Cristo. Tampoco deberíamos dejar el reino de Cristo para poder abrazar estas doctrinas extranjeras que no están permitidas en la iglesia. Eso sería tonto.

Y así, cuando el versículo 9 describe estas diversas y doctrinas extrañas, finalmente está diciendo que hay enseñanzas que están fuera de la fe y la religión cristiana. Tales enseñanzas no son cristianas. Esas no pueden salvarte. No están permitidas en la iglesia. En última instancia son otra religión, una religión falsa. Entonces, date cuenta en el contexto a donde  Hebreos van con esto. Mientras seguimos leyendo, vemos que las diversas y doctrinas extrañas que tenían especialmente en mente son las doctrinas y la adoración de los judíos que no confían en Jesucristo. Ese es el contexto aquí. Hebreos continúa en el resto de este pasaje para comparar la doctrina y la adoración de los cristianos con la doctrina y la adoración de los judíos que no siguen a Cristo. Si nos detenemos y pensamos en eso, es casi impactante. Judíos que actualmente están buscando seguir la Palabra de Dios como se dan en el Antiguo Testamento, si ellos solamente buscan seguir eso, con indiferencia en el conocimiento del cumplimiento en Jesucristo, entonces esa es una religión falsa. Esa es doctrina “extranjera”. Por supuesto, si tomas estas escrituras del Antiguo Testamento y ves su cumplimiento en Jesús, no son entonces doctrina “extranjera” es nuestra doctrina. El libro de Hebreos muestra esto mas que cualquier libro del Nuevo Testamento. Entonces, este es el punto uno. No seas llevado fuera por doctrinas extrañas: ya sea el judaísmo sin Jesús o cualquier otra religión o culto.

Nuestro segundo punto es considerar una de estas doctrinas específicas en cuestión de acuerdo con el versículo 9. Es la doctrina de cómo se fortalece el corazón. ¿Es por comida o por gracia? Eso está en el versículo 9. Ahora para principiantes, deje tender mis cartas sobre la mesa aquí. Cuando habla de comida aquí y sobre las personas que no se han beneficiado por aquellos que han estado ocupados con ellos, estoy convencido de que esto se refiere a las preocupaciones judías con respecto a los alimentos. Algunos, tomando este versículo en aislamiento de ambos, este pasaje y todo el libro han pensado que se refiere a diversas doctrinas de culto o paganismo en los alimentos. Aunque hay muchos cultos paganos y doctrinas falsas sobre los alimentos, que debemos evitarlos también, este versículo seguramente está dirigiendo a las enseñanzas judías sobre este asunto, basadas en el contexto.

Hebreos ya a abordado esto brevemente en el capítulo 9. Allí, habló de las muchas regulaciones del Antiguo Testamento sobre comidas y bebidas, y varios tipos de lavados. Dijo que estos fueron “ordenanzas carnales impuestos hasta el momento de la reforma” cuando llegó Cristo y se ofreció a sí mismo como el sacrificio para terminar con todos los sacrificios por el pecado, Hebreos 9: 10-11. Y así, Hebreos confronta la forma incorrecta de los judíos que no creían en Cristo y no entendieron las enseñanzas del Antiguo Testamento sobre la comida. Él confronta especialmente en términos de alimentos consumidos como parte de la adoración religiosa. El verso 9 aquí muestra que promovieron una doctrina de alimentos que establecen, o fortalecen, el corazón. Esa fue su lema: comer alimentos que fortalecen el corazón.

Recuerda como los fanáticos fariseos enseñaban en el error sobre lo que entraba en la boca. Además en adición de sus tradiciones, enraizaron sus doctrinas por una interpretación defectuosa de las Escrituras del Antiguo Testamento. Para ser justos, podríamos ser un poco comprensivos hacia ellos por un momento al pensar en la enseñanza del Antiguo Testamento sobre esto. En primer lugar, en general, encontramos una preocupación en la Biblia sobre lo que se come. Salmo 104: 15 literalmente dice cómo el pan fortalece o establece el corazón del hombre, que se utilizó como una oración por los judíos antes de las comidas. Seguramente el Salmo 104 se refiere principalmente al beneficio físico de comer y sostener nuestros cuerpos, por lo que tenemos fuerza para funcionar. Sin embargo, te imaginas cómo se podía interpretar incorrectamente por algunos. Y basado en lo que vemos aquí en el versículo 9, aparentemente está mal interpretado por muchos, como si la comida de alguna manera ministrara espiritualmente al alma de alguien.

Y entonces además, recuerda todas las leyes de alimentos kosher en el Antiguo Testamento que promovieron la limpieza en los alimentos. Ciertos alimentos preservarían tu limpieza ceremonial, otros fueron inmundos y te harían inmundo. Tal inmundicia te prohibiría de adoración religiosa en el tabernáculo hasta que te limpies. Para el caso, hubo referencias que conectaban tales leyes de alimentos kosher con la santidad. Por ejemplo, en Levítico 11:44, después de describir varios alimentos inmundos que no se comerían, dice esto: “Por lo tanto, deben consagrarse ustedes mismos, y serán santos; porque Yo Soy santo.” Entonces, de nuevo, podríamos apreciar por qué algunos puedan haber llegado a la conclusión de que su bienestar espiritual estaba estrechamente conectado con lo que comieron.

Y así, si esto era cierto para la comida en general, recuerda que el antiguo sistema de sacrificio del pacto también incluyó algunos alimentos que los oferentes llegaron a comer algo de la ofrenda. El cordero de la Pascua es un buen ejemplo. Otro ejemplo, probablemente en particular en mente aquí es la ofrenda de paz. Estos sacrificios se ofrecieron como un acto de culto religioso y a esos adoradores se le permitieron compartir en comer de la comida. Dado que estas ofrendas estaban siendo sacrificadas a Dios en adoración, ellos vinieron a consagrarse y ser santos al Señor. Al poder comer algunas de esas ofrendas, ellos literalmente comieron comida santa y compartieron en las cosas santas de Dios.

Podríamos entender por qué los judíos podían malinterpretar y pensar que la doctrina correcta y la verdadera adoración era mucho sobre los alimentos. El Antiguo Testamento tenía estas regulaciones sobre la comida y obviamente estaban ínter actuando con esos pasajes. Los judíos deben haber seguido religiosamente estas disposiciones bajo el antiguo pacto, ese no era el problema. Podría ir mas lejos al decir que esos alimentos conectado con la adoración, donde la intención fue ser medios de gracia para ellos. Comiendo el cordero de la Pascua, participando en las ofrendas de paz, participando en la Fiesta del Pan sin Levadura, etc; todo esto eran cosas buenas bajo el antiguo pacto que fue graciosamente dado por Dios para edificarlos en santidad y confortarlos, a través de la fe. Entonces, ¿cual fue el problema? Bien, pienso que la respuesta simple es apuntar al problema que los judios  tuvieron en general con todas las leyes y regulaciones del pacto antiguo. Pablo nos dice el problema en Romanos 9:27. Él dice que no siguieron esto por fe, pero por obras. En otra palabras, si tu tomas los medios de gracia y los tratas como obras que puedes ganar algunos beneficios espirituales, entonces tu estás pervirtiendo todo. Tan pronto como conviertes los medios de gracia en obras, entonces has removido la idea de la gracia de esto. Gracia no es algo que tu trabajas para obtenerla, es un regalo que recibes por fe. Por su puesto, cuando Jesús vino en su ministerio terrenal a los judios, Él les explico esto a ellos. Tristemente , muchos de los judios rechazaron esa corrección por Jesús; ellos tambalearon sobre lo que decía Jesús y sus enseñanzas. Jesús expuso sus enfoques equivocados de la ley y muchos de ellos no aceptarían eso.

Podemos ver esto, específicamente, en el caso de los alimentos. Jesús enseñó lo que se suponía que las personas deberían ver en última instancia en estas leyes sobre la comida. La preocupación de Dios por lo exterior, por la limpieza física, es tener a las personas en preocuparse por lo interior,  limpieza espiritual. Hubo una tipología inherente a estas leyes alimenticias que la gente se suponía reconocerlas por fe. Ahí es donde los fariseos cometieron el error. Pensaron que el tipo de alimentos adecuados podría promover inherentemente la santidad interna. Al pensar que la comida, en sí misma, inherentemente limpia el corazón, significaba que convirtieron las comida como una forma de obras. Pero Jesús les dijo que malinterpretaron el punto. En Marcos 7, Jesús dijo que la contaminación interna no era el resultado de lo que entra en un hombre, y así declaró todos los alimentos limpios, Marcos 7:19. Mas bien, Jesús dijo que el problema del hombre es que sus corazones ya están contaminados. Dijo que es el mal que fluye del hombre hace que una persona sea contaminada. En otras palabras, el verdadero problema es cómo tener corazones limpios. Todas las regulaciones sobre los alimentos en el Antiguo Testamento deberían haberlo señalado con la necesidad de esto. A medida que en fe comieron los alimentos bajo la ley, y disfrutaban de los beneficios físicos de esa comida, debieron en fe mirar a la gracia de Dios para llevar la limpieza espiritual del corazón. Eso es lo que Jesús finalmente trajo: la limpieza del alma del hombre. Jesús fue la sustancia de lo que se mantuvo tipológicamente en esas ordenanzas de alimentos. Jesús es el pan vivo que necesitamos consumir para estar limpios y vivir para siempre (ver Juan 6). Esto es por supuesto una verdad espiritual para tratar con el asunto del corazón. Necesitamos venir a Jesús para que realmente nos limpiemos. Necesitamos mirarlo y confiar en su sacrificio en la cruz y en su espíritu santificante en nuestros corazones.

Por supuesto, de lo que estoy hablando aquí con Jesús podría resumirse en una palabra: gracia. Esa es la palabra utilizada en el versículo 9. El trabajo de Jesús de purificar los corazones es un trabajo de la gracia de Dios – es un regalo que recibimos no por un trabajo que hacemos para ganar algo. Necesitamos gracia no alimentos para fortalecer y establecer nuestros corazones. La santidad del corazón vendrá por gracia recibida por la fe en Jesús, no por meramente mantener externamente las comidas kosher o por comer una ofrenda de paz en el tabernáculo. Y así, vamos atrás a lo que citamos antes en Hebreos 9: todas estas antiguas regulaciones de pacto sobre alimentos y limpieza y todo el sistema sacrificial – tenían su tiempo y lugar. Eran cosas que ministraron de manera física para señalar las necesidades espirituales del hombre. Cuando se usaban adecuadamente, incluso servían para dirigir a la gente a la gracia de Dios. En última instancia, deberían haber señalado al Cristo que vendría y que resolvería esas necesidades. Jesús es el Cordero de la Pascua cuya sangre hace que Dios la pase sobre nosotros el día en que Él venga en el día del juicio. Jesús es una vez y por todo el sacrificio de Expiación que ha purgado todos nuestros pecados. El sacrificio de Jesús es la razón por la que tenemos paz y comunión con Dios como gente consagradas a Dios. Nada de esto se gana. No se trata de lo que hacemos, como si nos hiciéramos santos nosotros mismos por el mero acto de lavarnos las manos o por comer una u otra cosa. Nuestra santidad nunca ha sido fundamentalmente sobre lo que hacemos. Siempre ha sido sobre la gracia, un regalo de Dios quien proporciona una forma de expiación para su pueblo. A medida que Abraham le dijo a Isaac atrás en Génesis: Dios proveerá el sacrificio.

¿Significa entonces que no hay sacrificios de ningún tipo para la gente de Dios? En términos de expiación del pecado, no. Pero venimos ahora a los últimos dos versos, versos 15-16 y ver que todavía somos sacrificios vivos. Sacrificios de alabanza y acción de gracias, versículo 16. Sacrificios de buenos obras y compartir, versículo 16. Estos por supuesto no son sacrificios en el mismo sentido que en el antiguo pacto, donde la sangre de los toros y las cabras fueron derramadas. Sin embargo, esto dice que bajo el nuevo pacto, este es el tipo de adoración que le agradan a Dios. Obviamente, esta no es una lista exhaustiva de los actos de adoración que la gente de Dios hace ahora bajo el nuevo pacto. Pero sin embargo, es una parte importante de nuestra adoración a Dios.

Me gusta cómo estos últimos dos versos trae este pasaje un circulo completo. La referencia al comienzo de este pasaje a la idea errónea de que la comida podría traer la santidad nos recordó las diferentes prácticas de pacto antiguo sobre la comida. Mencioné especialmente la ofrenda de paz, a veces referida a nosotros como ofrenda de adoración. Bueno, la descripción de los sacrificios en los versículos 15-16 parece traer a mente la ofrenda de paz nuevamente, en el contexto de la adoración cristiana (Lev 19: 5-6; 22: 29-30).

Verás, bajo el antiguo pacto, si querías ofrecer alabanza y acción de gracias, podrías ir y traer una ofrenda de paz al Señor al tabernáculo. Levítico 7 describe específicamente eso como cierto tipo de ofrenda de paz: una ofrenda de paz como un sacrificio de acción de gracias. Y esta fue una ofrenda que cuando lo ofrecieras, tienes que comer algo de eso con los sacerdotes y levitas y toda tu casa, incluidos tus siervos. Esto simboliza comunión con el Señor y también comunión con otros israelitas. Esto puede incluir declarar públicamente tu acción de gracias ante todos, como vemos a Ana haciendo en 1 Samuel 1 cuando ella presenta tal ofrenda. Este fue un tipo de sacrificio importante bajo el antiguo pacto.

Bueno, aquí, vemos que el concepto se mantiene en los versículos 16-17, justo sin la porción de alimentos. No hay animales ofrecidos. En cambio, la sustancia de lo que hubiera estado allí se ofrece: alabanza y acción de gracias junto con la bondad y compartir con otros. El verso 15 incluye otra referencia del Antiguo Testamento para hacer referencia a este punto: Hosea 14: 1. Hosea 14: 1 habla de un sacrificio por el fruto de nuestros labios que coincide con alguien que llega al Señor. Entonces, incluso en el Antiguo Testamento, ellos vieron cómo esta idea que un sacrificio y ofrenda a Dios era en última instancia, algo más que un animal muerto o sobre ciertos alimentos que se comieron. Más bien, los sacrificios y las ofrendas son mucho más sobre una expresión del corazón. Como Dios primero ministra a tu corazón, es cuando la alabanza y adoración fluirán de nuestras bocas. Eso es cuando el amor fraternal mencionado en Hebreos 13: 1 y descrito aquí en el versículo 16 se manifestará a sí mismo. Estos nuevos actos de adoración nos recuerda a mirar mas allá de lo tipológico de todo lo que estaba atrás de la doctrina y adoración del pacto antiguo. Estamos para ver la gracia de Dios que tenemos en Jesús que cambia los corazones. A cambio, elogiamos a Dios, le agradecemos a Dios, y mostramos amor y compañerismo cristiano a nuestros compañeros creyentes.

Por supuesto, la implicación en todo esto, es que no mantenemos todas estas antiguas disposiciones de pacto y adoración de comida más. Hay algunos aspectos de la adoración que ha experimentado una transición entre el antiguo pacto y el nuevo pacto. Esta transición nos ha ayudado a ver lo que el antiguo pacto fue a lo largo de todo. Agregaría una nota aparte bajo el nuevo pacto que tenemos una ordenanza que involucra alimentos: la Cena del Señor. Ese es para nosotros un medio provechoso de gracia, pero se nos recuerda hoy no convertir un medio de gracia en obras.

Hagamos que dicha adoración que dice aquí es agradable a Dios. En cuanto a la adoración y la acción de gracias descritos en el versículo 15, eso es natural para nosotros pensar en eso como un acto de adoración. Esa es una gran parte de nuestras asambleas de adoración formal. Todos vamos a venir y participar en la adoración con corazones agradecidos y ansiosos para alabar a Dios. Luego proclamamos nuestra alabanza y acción de gracias, oramos esto, y lo cantamos, durante nuestra adoración. Que esto también se extienda en nuestras vidas diarias. Que podamos caminar alabando y agradeciendo a Dios ante otros, toda la semana.

Y también tenemos la adoración agradable descrita en el versículo 16 de hacer el bien y compartir. Tal adoración generalmente implica mucho menos palabras y mucha más acción. Podemos mostrar tales actos de amabilidad y amor a otros a través de toda la semana. Habrá personas que necesitan nuestras misericordias y compasión de diferentes maneras durante toda la semana. Sin embargo, no te pierdas  cómo nuestras ensamblas corporativas también son una oportunidad para esto. La ofrenda diaconal es una expresión muy directa de hacer el bien y compartir. Esto se puede expresar en otras formas también en la asamblea corporativa. De hecho, la palabra por “compartir” aquí es la palabra que en otra parte es traducida como “compañerismo”. Compartimos y estamos en compañerismo haciendo nuestro culto juntos como un cuerpo. Podemos y deberíamos compartir nuestras vidas juntos en nuestro tiempo de compañerismo, compartiendo nuestras cargas y alegrías, y buscando hacernos el bien uno al otro, bendiciendo y edificándose unos a otros en dicho compañerismo. Este es un buen recordatorio de ser intencional en nuestro compañerismo, de hacerle saber a los demás que es lo que realmente pasa en tu vida, por lo que puedan ser un apoyo para ti, y viceversa.

En conclusión, hermanos y hermanas, vuelvo a señalar a Jesucristo que es el mismo  ayer y hoy y en la eternidad. La fe correcta bajo el Antiguo Testamento vio a este Cristo por adelantado y adoró a Cristo por adelantado. Tales santos de la antigüedad miraron a Cristo e incluso usaban alimentos por lo tanto como un buen medio de la gracia de Dios, hasta el momento de la llegada de Cristo y  ministerio terrenal. Y así, lo que miraron con anticipación esos santos de la antigüedad, ahora hemos comenzado a recibir en sustancia con la primera venida de Cristo. ¡Vamos a continuar en Cristo! ¡Que podamos estar creciendo en gracia a través de dicha doctrina beneficiosa! Y en respuesta a esta gracia, podamos darle a Dios una adoración agradable en sacrificios de alabanza, acción de gracias y en compartir y buenas obras que se muestren el uno al otro. Amén.

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