Salomón reinó sobre todo Israel.

Sermón predicado en 1 Reyes 4 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 7/28/19 en Novato, CA.

Sermón

Rev. W. Reid Hankins, M.DIV.
Traducido por el Diácono Diego Merino
1 Reyes 4
7/28/19

A menudo los cristianos tienen la noción nostálgica que había una vez una edad de oro en la iglesia. Para algunos, creen que era durante los primeros días de nuestra nación cuando muchos cristianos llegaron aquí desde Europa e intentaron establecer una iglesia y sociedad más pura. Para otros, creen que era el momento de la reforma protestante. Para otros, fue la iglesia primitiva, el momento en que leímos en el libro de los Hechos y justo después. Ahora si hablas con cualquier historiadores serios de la iglesia, te dirán que ese pensamiento está mal. Te dirán que nunca ha habido una llamada edad de oro de la iglesia. Cada generación ha tenido sus diferentes fortalezas y debilidades. Sí, a veces la iglesia ha sido más gloriosa externamente que otras veces. Sin embargo, nunca ha alcanzado ningún estado de perfección. 

Bueno, dicho todo esto, si alguna vez hubo un candidato para una llamada edad de oro de la iglesia, no debemos olvidar de poner 1 Reyes 4 en la lista. El reino de Salomón fue grandioso y glorioso en muchas maneras. Fue ordenado y bien organizado. Fue expansivo, próspero y pacífico, un tipo de paraíso en la tierra. Fue dirigido y gobernado en sabiduría sin igual por el rey Salomón. No solo el rey, sino que la gente en general, disfrutó mucho de descanso y alegría. Todo esto fue el regalo y la bendición de Dios, ya que vemos aquí muchas de las promesas y planes de Dios maravillosamente realizadas. En muchos sentidos, fue una especie de edad de oro en la iglesia. 

Note primero entonces conmigo hoy que el reino de Salomón era un reino sabidamente ordenado. Te señalé la lista de su administración en versículos  1-19. Cualquier nación y pueblo bastante grande necesitarán la organización para que haya una sociedad ordenada. Nuestro Dios es un Dios de orden, y así no nos sorprende ver esto. Podemos recordar en los días de Moisés cuando se dio cuenta de que necesitaba organización y estructura dentro del gobierno para que él no se cansara. Del mismo modo, el padre de Salomón David también tuvo una administración para ayudar a gobernar bien el reino, vea 2 Samuel 8: 15-18 por un pasaje similar. Sin embargo, cuando el reino creció a su altura aquí en los días de Salomón, también la administración del gobierno necesitaba también extenderse. Este pasaje definitivamente muestra un gobierno expandido en los días de David. 

Entonces, veamos aquí las posiciones principales mencionadas en la administración de Salomón. Hay escribas mencionadas en el versículo 3, estos habrían sido los secretarios oficiales de la corte, piense como un empleado del condado del día de hoy. Hay un archivero  mencionado en el versículo 3, aunque el significado literal de la palabra probablemente era algo a lo largo de las líneas de una persona principal del protocolo. El versículo 4 menciona al comandante del ejército. Esta lista también registra los sumos sacerdotes. Verso 5 enumera a alguien sobre los oficiales que es una referencia a los doce gobernadores mencionados a partir del versículo 7: estos gobernadores del distrito le informarían a él. La referencia del versículo 5 es referido a un amigo del rey probable que sea una referencia al papel del asesor jefe del rey. El versículo 6 menciona a alguien que hubiera sido la cabeza para dirigir la casa del rey; habrían supervisado las propiedades reales y mirar por su funcionamiento ordenado. El versículo 6 también menciona a alguien a cargo de supervisar el trabajo forzado. 

Luego de los versículos 7-19 tiene esta lista larga y extendida de los 12 gobernadores. Ese era un movimiento bastante novedoso de Salomón. Hay algunas referencias tribales aquí, pero solo algunas. Parece que mientras que la división tribal de la tierra influyó en cómo se organizaron los 12 distritos en Israel, los distritos no se dividieron exclusivamente a lo largo de esas líneas. Eso seguramente tenía el efecto para comenzar a dirigir a la gente que estaban lejos de sus tribus hacia una identidad nacional mas unida. 

Y así, el gran rey Salomón usó su sabiduría dada por Dios para organizar su reino. Aquí tenemos una vista del grupo de siervos que ministraban ante el rey. Por cierto, note que hay nombres aquí, estos son personas reales que sirven y son honradas en un reino real e histórico. Y así, toda esta administración nos recuerda que tal es típico en un reino, que hay posiciones variadas de autoridad y honor. Podríamos considerar que incluso eso refleja lo que vemos en el cielo. La sala del Trono Celestial del Señor Dios el más alto tiene a sus siervos de pie en su trono a su servicio, a su derecha y a su izquierda (véase 1 Rey 22:19). Las Escrituras incluso hablan de los ángeles de Dios asignados a diferentes pueblos (Daniel 10, Apocalipsis 1:20. Así también, el rey Salomón, como rey sobre el pueblo de Dios en la Tierra, muestra imágenes del Gran Rey del Cielo y su divino consejo y administración. 

Entonces, nota en segundo lugar el reino de Salomón que era de una gran prosperidad y bendición, como se ve en los versículos 20-28. El versículo 20 comienza al señalizar el cumplimiento en términos de las promesa a Abraham. Dios había prometido el patriarca Abraham en Génesis, una gran cantidad de gente y tierra. Génesis 22:17 dijo que los descendientes de Abraham sería como la arena del mar, y el versículo 20 aquí vemos el cumplimiento. Asimismo, Dios había prometido en Génesis 15:18 que Dios daría a los descendientes de Abraham la tierra desde el rio Éufrates hasta la tierra de los filisteos y la frontera con Egipto, y el versículo 21 aquí se ve el cumplimiento. Si alguien sugiere hoy que Dios no cumplió su promesa a Abraham, entonces están equivocados. Aquí el cumplimiento inicial del pacto a Abraham es cumplido, de forma literal. Y así, este reino prospero y bendecido implica a un pueblo y un lugar. 

Y nota lo que implica esta gente prospera y bendecida. En términos de las personas, podríamos comenzar diciendo que tenían un rey apropiado. En verso 29 la grandeza del corazón del rey era como la arena en la orilla del mar. En otras palabras, el trabajo que Dios hizo en el hombre interior de Salomón, fue un paralelo del trabajo que Dios había hecho para aumentar la gente. ¡Un pueblo tan grande como la arena de la orilla del mar necesitaría un rey con un corazón grande también! Bueno, la prosperidad de la gente y su rey también se describe en términos de su provisión de alimentos. La gente estaba comiendo y bebiendo, versículo 20. También es una descripción bastante extendida de todos los alimentos y provisiones que tomó Salomón. Hay esta gran lista que comenzó en el versículo 22 – alimento para alimentarlo a él y su casa y todos los siervos y personas que trabajan para él, sin mencionar a todos sus caballos. Y esta gran lista dice que esta fue su asignación diaria de alimentos. El rey no tenía falta de suministro en que los gobernadores traían del pueblo, lo que reflejaba que las personas eran prósperas si tuvieron que dar y aún así abastecerse para sí mismos. En muchas formas a las personas se las describen aquí como prósperas y bendecidas. 

Y así, de manera relacionada, podemos ver cuan próspero y bendecido fue el lugar en la que estaban. Fue un lugar de descanso, como el versículo 25 describe viviendo de manera segura. Eso es como Dios prometió bajo el pacto  mosaico, Deut 3:20. Del mismo modo, el versículo 21 describe las naciones vecinas gentiles que están en sumisión al rey Salomón, trayéndole tributo. Esa también fue una bendición prometida en el pacto mosaico, que Dios haría de la gente la cabeza y no la cola en relación con las naciones, Deut. 28:13. El versículo 25 describe el lugar de que cada persona estaba viviendo bajo su propia vid e higuera. Ese lenguaje nos recuerda las promesas de Dios a través de Moisés que traería a la gente a una tierra que fluye leche y miel. También tiene ecos del paraíso original – el jardín del Edén. Además, el lenguaje en el versículo 20 que las personas estaban comiendo y bebiendo y regocijándose: ese idioma en las Escrituras es más típico del tabernáculo. Ese es el lenguaje usado de cómo la gente comiera, bebiera y regocijarse en el tabernáculo en presencia de Dios, mientras que ofrecieron sus sacrificios allí, aquí aplicaron a toda la tierra de Israel. Es como la santa presencia de Dios ubicada en lugar céntrica de Jerusalén se había expandido en algún sentido en toda la tierra del pueblo de Dios. La presencia bendita de Dios llenó la tierra y lo hizo de manera efectiva un templo del Señor. Por supuesto, cuando atamos con las alusiones refiriéndose al Edén, podemos recordar lo que el Edén era originalmente también. Ese paraíso terrenal en el Jardín también era un templo para el pueblo de Dios, allí Dios caminó en el Jardín con Adán y Eva. 

Y así, en nuestro segundo punto hemos estado viendo lo próspero y bendecido que este reino era. Cuando apuntamos al templo y las imágenes del paraíso, estamos viendo los planes y propósitos de Dios para su pueblo viniendo aquí en diferentes maneras. Es como el reino de Salomón está comenzando a darse cuenta de lo que se suponía que la humanidad siempre debe ser. Recuerda, al principio, Dios le había dicho a los primeros humanos que eran santos y distintos. Solo ellos fueron creados en la imagen de Dios. En consecuencia, ellos debieron reflejar esa imagen en este mundo mientras fueran siendo fructíferos, multiplicándose y sometiendo a la tierra. Se llamaron como aquellos que llevaron la imagen de Dios para ejercer esa imagen en tener dominio sobre el mundo. Y así, no nos sorprende, en todas estas imágenes en este capítulo para encontrar esa palabra también. El versículo 24 describe a Salomón como ejerciendo dominio. Varias cosas aquí en este capítulo muestran lo que el primer Adan no logró, Salomón por la múltiple gracia y talentos dados por Dios, había comenzado a traer a la gente de Dios en su reino. 

Entonces, sigamos ahora en nuestro tercer punto notando más sobre este rey y su magnífica y reconocida sabiduría. Dios había equipado este reino con un rey bien equipado. En el último capítulo, Dios había prometido hacer que la sabiduría de Salomón exceder de manera poderosa sobre la de los demás. De hecho, este capítulo ahora comienza a describir el cumplimiento de esa promesa. Comienza a explicar el renombre de su sabiduría con todos sus logros. Observa cómo esto se describe aquí. Fue internacionalmente reconocido. El versículo 30 muestra que incluso los gentiles lo reconocieron, desde ambos ¡del oeste y del este!  Eso es porque el versículo 31 reconoce que la sabiduría de Salomón era especialmente superior a alguien más conocido como tal. Muy poco resta de lo que sabemos de la sabiduría de las personas en el versículo 31. Etán emitió el Salmo 89 y Hemán en Salmo 88. Pero el punto es que el renombre de Salomón era mayor que el resto. 

También deberíamos reconocer cómo esta sabiduría se cuantifica aquí. Aunque el último capítulo ilustró como usó su sabiduría en el manejo de asuntos judiciales, este capítulo describe muchos otros usos de su sabiduría. Aquí la sabiduría incluye la redacción prolífica de escribir proverbios, versículo 32. Tenemos algunos de esos conservados en los libros de Proverbios y Eclesiastés. Estas son colecciones sabias y enseñanzas sabias sobre la sabiduría que estaban mucho más allá de tratar con el manejo de asuntos judiciales como juez. Mas bien enseñaron sabiduría en todo de la vida y la experiencia humana. Pero no solo eso, el versículo 32 menciona todas las canciones que escribió. Tenemos muy pocos de aquellos que quedan. Hay por supuesto el Cantar de Cantares de Salomón. Los Salmos 72 y 127 también se atribuyen a él. Y aunque las canciones a veces contienen y enseñan lo que pensamos como sabiduría, este versículo muestra la concepción más amplia de la idea de la sabiduría entre los hebreos. Puede incluir la habilidad y el arte en cuestión en la creación de diversos artefactos culturales humanos. Como ejemplo, en Éxodo 28 dice que los expertos trabajadores usaron el espíritu de sabiduría para armar los intrincados vestidos  para los sacerdotes. 

Entonces, en una manera similar, venimos al próximo versículo, y encontramos en el versículo 33 una expresión adicional de la sabiduría de Salomón. Allí su sabiduría se aplica a las ciencias. En su gran sabiduría, él acumuló y organizó mucho conocimiento de las asignaturas que describiríamos como botánica y zoología. Aquí sería adecuado de recordar de nuevo a Adán. Adán en el jardín dio nombres a todos los diversos animales. Fue parte de vivir esa imagen de Dios y ejercitando dominio. Salomón seguramente avanza ese trabajo aquí. Y así, qué es cierto aquí en verso 33 es algo para considerar para toda esta sección. Salomón está progresando en lo que Adán fue llamado como portador de la imagen. Dios hizo a Adán y toda la humanidad para tales cosas; para la sabiduría de todo tipo. Sabiduría en las relaciones humanas, sabiduría en la vida, sabiduría para las artes y la artesanía, sabiduría para las ciencias. Salomón muestra el regalo de la sabiduría de Dios en él para convertirse en el tipo del Adán ideal, lo que Adán debería haber aspirado a ser. Lo que Dios diseñó para Adán ser. Lo que Dios ha destinado para la humanidad. 

Y así, que glorioso fue el reino de la gente de Dios en ese entonces, y fue dirigido por un humano idealizado en muchas maneras. Y sin embargo, a pesar de este ser un buen candidato para la edad de oro de la iglesia, no era una edad perfecta. Sí, este capítulo se centra en la gloria. Este capítulo no habla de manera abierta de manera negativa sobre ese momento. Pero ciertamente podemos ir a otros capítulos de este tiempo general para hacer la observación de que este tiempo no era un tiempo perfecto en la era de la iglesia. Sin embargo, ni siquiera tenemos que ir tan lejos. Incluso en este capítulo, hay pequeñas insinuaciones o problemas por venir. Hay declaraciones sutiles que solo se ponen como descriptivas, pero en el contexto de todas las Escrituras, reconocemos algunos problemas. Incluso en tales días de gloria para la iglesia, no era la edad de oro de la iglesia. Debido a sus imperfecciones, no deberíamos languidecer al desear volver a un tiempo como este. Por el contrario, deberíamos desear por algo grandioso, verdadero y perfecto día de gloria para la iglesia. 

Déjame darte algunos ejemplos de las pequeñas insinuaciones de imperfecciones aquí. Podríamos comenzar por referir al versículo 6: Adonirán estaba dirigiendo el trabajo forzado. Mejor traducción: Adonirán estaba a cargo sobre el trabajo forzado. No sé sobre ti, pero cuando pienso en el paraíso, no me imagino nunca sobre “trabajo forzado”. De hecho, en 1 Reyes 12, cuando el hijo de Salomón, Roboán lo sucede, la gente se queja de esto específicamente y terminó apedreando a Adonirán. Del mismo modo, vemos aquí esta referencia en todos los alimentos y disposiciones que se dan diariamente para Salomón y toda su casa y gobierno. En el versículo 27 dice que esta disposición provino de los 12 gobernadores. Pero no te equivoques, esos gobernadores habrían extraído completamente de las personas a través de los impuestos. Esa carga fiscal parece determinada en las quejas que la gente trae en 1 Reyes 12. De hecho, todo esto es exactamente lo que Dios tuvo por el profeta Samuel advertir a la gente anteriormente en 1 Samuel 8. Cuando Israel demandó un rey humano, en lugar de Dios directamente gobernándolos, Dios les concedió su solicitud, pero les advirtió de la pesada carga que el rey pondría sobre ellos. Dios les advirtió específicamente a ellos de cosas como esto, que se les  pondrían en trabajo forzado y aplicarles muchos impuestos. 

También podríamos recordar los requisitos de Deuteronomio 17 para un rey y comparar eso a este capítulo. Un gran punto fue que Deuteronomio 17:16 dijo que el rey no debiera multiplicar sus caballos, ¡pero el versículo 26 muestra que Salomón tuvo muchos caballos!  Ese mismo pasaje de Deuteronomio continúa diciendo que el rey no debe multiplicar oro y plata para sí mismo. Esto sugiere aquí que estaba multiplicando riquezas para sí mismo, que es aún más evidente en otra parte del registro de la Biblia sobre Salomón. 

Entonces, a pesar de la ilustración gloriosa del paraíso pintado en 1 Reyes 4, todo no era perfecto en el reino de Salomón. El rey, el reino y la gente eran ricamente bendecidos, pero no habían llegado al estado final de gloria que espera la gente de Dios. Tal vez eso se puede entender mejor al señalar una profecía que no se abordó aquí en términos de cumplimiento. Lo que quiero decir es que hay ecos aquí en este capítulo de las promesas de Dios que se cumplen de los convenios abrahamico, mosaico y davidico. Sin embargo, regresa a esa primera promesa de salvación. Vuelve a Génesis 3:15 y cómo Dios prometió a Adán y Eva que habría un humano que un día se levantaría y conquistaría a Satanás, y por extensión al pecado. Sin embargo, no leemos el progreso de lo que sucede aquí. Mas bien, veremos que el trabajo del enemigo tomaría al rey Salomón como anzuelo para que su corazón se aleje por causa del pecado y la idolatría. Ciertamente, no hay un reino perfecto cuando su rey está sujeto a una caída tan poderosa. Sin tratar con Satanás y el pecado, no puede haber un verdadero paraíso para el pueblo de Dios. 

Para eso, la gente de Dios aún necesitaría esperar. Pero, en la plenitud del tiempo, Dios envió al verdadero Rey Mesías, el Rey Jesús. Él es el verdadero, segundo Adán y el verdadero, ideal, humano perfecto, uno con una sabiduría mayor que la de Salomón. Él aplastaría la cabeza de la serpiente en la cruz y tratará con la culpa de nuestro pecado por su trabajo de expiación en la cruz. Y para todos los que se convierten a Él en fe, Él no solo otorga perdón por nuestro pecado, pero Él pone su Espíritu de santificación dentro de nosotros. ¡Ese Espíritu está renovando la imagen de Dios dentro de nosotros, para que podamos ser verdaderos humanos como Él!, Él tiene la intención que nosotros nos asemejemos a Él, un reflejo de su sabiduría, justicia y paz. 

Oh, cómo las Escrituras hablan de la era de la gloria por venir a nosotros en Jesucristo. Mucha de las imágenes del paraíso en el capítulo de hoy actual se toma en avance más adelante en la profecía al hablar de la era de gloria final eterna por venir en el Reino de Cristo. Por ejemplo, a los profetas les gustaba hablar de cómo la futura gloria mesiánica para la gente de Dios volverá a ser una donde todos se sientan debajo de sus propios árboles de higo y vid ( Zacarías 3), mientras que también profetizan que los malvados no disfrutarán de esto (por ejemplo, Isaías 34). En imágenes similares, en lugar de nuestro futuro paraíso descrito como uno con doce gobernadores que nos pondrán impuestos cada mes para proporcionar para el rey, vemos el árbol de la vida con frutos en la temporada los doce meses del año, listo para disfrutarlo todos – Apocalipsis 22:22. Allí encontramos esta imagen de las naciones que llegan a Salomón con los tributos en las bellas palabras de Apocalipsis 21:24 donde los reyes y naciones de la tierra llegan a Dios y al Cristo en la Nueva Jerusalén para traer su gloria y honor allí. ¡Nos regocijamos cómo gentiles de saber que estaremos gozosos de venir a Cristo en la gloria para adorarlo en su belleza! 

Por supuesto, podríamos pensar en el orden y la administración que está guardado para nosotros en el Reino de Cristo. Como el reino de Salomón está lleno de posiciones de honor y administración, también recordamos cómo Jesús reconoció que hay posiciones de honor y gloria en su reino, a su derecha y su izquierda, reservada para aquellos a quienes Dios ordena. ¡Del mismo modo, nos dijeron que en el Reino de Cristo, un día incluso juzgaremos a los ángeles (1 Corintios 6: 3)! 

Tanto más podría decirse del descanso eterno y el paraíso que nos espera en nuestro lugar perfeccionado como personas perfectas, viviendo la plenitud del plan de Dios en comunión con sus portadores de su imagen recreadas. Mientras esperamos dicho reino, buscamos de gobernar el Reino de Cristo aquí y ahora en la tierra con dichas cualidades, con orden y organización sabia, con misericordia y sabia administración de recursos, con paz y alegría los unos a otros y el mundo como la fuente ultima de la paz y alegría. Amén.

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