Trajeron el Arca.

Sermón predicado en 1 Reyes 8:1-21 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 9/8/19 en Novato, CA.

Sermón

Rev. W. Reid Hankins, M.DIV.
Traducido por el Diácono Diego Merino
1 Reyes 8:1-21
9/8/19

Trajeron el Arca.

 Las personas tienden a reconocer grandes hitos o logros.  Ciertamente, en el caso de que se completen grandes proyectos de construcción, es común tener una ceremonia de dedicación y tal vez una fiesta asociada con eso.  Bueno, aquí se había alcanzado un gran logro en las Escrituras. El templo tan esperado estaba finalmente terminado. Hemos revisado varios capítulos de todo el trabajo involucrado en la construcción de este templo.  Y la gente misma tuvo que pasar por 7 años y francamente mucho más para esperar este templo. Ahora se había terminado. Y entonces tiene sentido que haya una ceremonia apropiada para conmemorar su finalización. Pero aquí vemos que no es solo una ceremonia de dedicación.  No solo están dedicando este edificio al SEÑOR. Están encomendando al SEÑOR este edificio. Traen el Arca del Pacto al templo para que descanse permanentemente en el Lugar Santísimo dentro del templo. El Arca representaba la presencia móvil de Dios entre la gente. Y ahora llegó a descansar allí en este templo que Salomón había construido.

 Comencemos entonces hoy observando cómo y cuándo dedicaron el templo de esta manera.  Comienza en el versículo 1 señalando que Salomón celebró una gran asamblea santa ante el SEÑOR.  Este lenguaje de reunión es el lenguaje de la reunión formal del pueblo de Dios, que se usa típicamente en el sentido de reunir a la iglesia para adorar.  Esta misma palabra para asamblea en hebreo generalmente se traduce a la palabra griega ecclesia, la misma palabra usada en el Nuevo Testamento para la iglesia.  Pero aquí notarás que no se trata de una asamblea ordinaria. Esencialmente, este es el equivalente aproximado hoy de nuestra Asamblea General. Aquí tienes una reunión de los ancianos y los jefes de todas las tribus de Israel.  Se reúnen en esta sagrada asamblea para participar en la adoración asociada con traer el Arca del Pacto al templo. Así que esta es una reunión formal y una ceremonia de los líderes del pueblo, y habría sido un acto de adoración corporativa.

 Observe entonces cuando hacen esto de acuerdo con el versículo 2. Es durante el séptimo mes del año, aproximadamente el período de septiembre / octubre en nuestro calendario.  Y no solo eso, dice que fue durante la fiesta de ese mes. Hubiera sido de conocimiento común saber que esta era la gran Fiesta anual de los Tabernáculos. Esa fiesta conmemoraba cómo Dios llevó a las personas a salvo a través del tiempo en el desierto vagando después del Éxodo cuando tuvieron que vivir en tabernáculos en esos momentos.  Pero también sirvió para celebrar el final de la cosecha, por lo que fue una especie de festival por la cosecha y por lo tanto dio la oportunidad a la gente de agradecer a Dios por su provisión para otro año.

 Reconoce que esto representa una elección intencional de Salomón.  Él eligió traer el Arca en ese momento. Esto está claro porque 1 Reyes 6 nos dice que Salomón terminó de construir el templo en el octavo mes.  Pero esta dedicación es en el séptimo mes. Eso parece implicar que Salomón no trajo inmediatamente el Arca al templo una vez que se completó. Más bien, esperó hasta la Fiesta de los Tabernáculos para traerlo y dedicar el templo.  Pero eso tiene sentido. Anteriormente señalé en el capítulo 6 que la finalización del templo realmente marcó el final del Éxodo y su tiempo subsecuente de vagar por el desierto. No fue hasta ahora que la gente realmente se estableció en paz en la Tierra Prometida.  El pueblo de Dios se había instalado en sus hogares permanentes y Dios les ha dado paz y descanso a todos sus enemigos. Ahora, Dios a través del Arca del Pacto se muda de un tabernáculo a un hogar permanente en la Tierra Prometida. Dado que la Fiesta de los Tabernáculos representaba a Dios sacando a la gente del tiempo de deambular en tiendas de campaña, tiene sentido que Salomón espere esa fiesta anual para llevar el Arca de su tienda al templo.  El simbolismo y el significado son claros.

 Del mismo modo, la imagen de la finalización de la cosecha durante la Fiesta de los Tabernáculos también es adecuada.  Permítanme ayudar a explicar eso al notar el interesante contraste de cómo se estableció el pacto en el monte Sinaí bajo Moisés.  Hay mucho aquí en este capítulo que nos recuerda al Sinaí y al pacto establecido allí por Dios con su pueblo. Bueno, el Sinaí ocurrió en el tercer mes, que es cuando se celebra la Fiesta de las Semanas, también conocida como Pentecostés.  Los judíos han conectado correctamente la festividad anual de la Fiesta de las Semanas con el pacto de Dios con ellos en el Sinaí y la entrega de la Torá y, posteriormente, la creación del Tabernáculo. Pero la Fiesta de las Semanas es más específicamente una celebración del comienzo de la cosecha.  Siendo el tercer mes en el calendario judío, aproximadamente en los meses de mayo / junio en nuestro calendario, era un tipo diferente de festival de la cosecha: era al comienzo de la temporada de cosecha y por eso daban una ofrenda de sus primeros frutos al Señor. Entonces, piensa en eso. El pacto con la ley se inaugura esencialmente en Pentecostés y aquí en los días de Salomón, alcanza su gloria consumada tipológica en la Fiesta de los Tabernáculos.  En otras palabras, el pacto en el Sinaí con la ley y el Tabernáculo fue el comienzo de la cosecha para el pueblo de Dios. Este glorioso templo ahora marca el final de la cosecha para el pueblo de Dios. Nuevamente, aquí se emplea mucho simbolismo.

 Pasemos ahora a nuestro segundo punto para hoy y hablemos más sobre el Arca de la Alianza y su significado aquí.  Su significado se ve en el versículo 9. Allí hace referencia a las dos tablas de piedra que estaban dentro del Arca. Sabemos por Éxodo que Dios escribió los diez mandamientos en esas piedras.  Eran un resumen de la ley que Dios dio allí que en el Sinaí. Pero más que eso, el versículo 9 nos dice que representaban el pacto que Dios había hecho con ellos allí. En una nota al margen, a menudo se supone que las dos tabletas contenían cada una parte de los mandamientos, tal vez los comandos 1-4 en una tabla y el resto en la otra.  Si bien eso es posible, no se nos dice eso. De hecho, una propuesta alternativa que es mucho más convincente para mí es que las dos tabletas de piedra eran copias idénticas, cada una con todas las leyes. La idea es que cuando celebraste un pacto, cada parte obtendría una copia del documento del pacto como testigo del pacto. Por lo tanto, es posible que ese sea el caso aquí.  Bueno, aunque no podemos ser dogmáticos en ese punto, lo menciono porque claramente el versículo 9 ve las tabletas en el sentido de un testigo y una representación del pacto mismo. Basta con mirar el versículo 21. Allí Salomón dice específicamente que dentro del Arca está el pacto que Dios hizo con su pueblo. Ese es el lenguaje de pacto: esas dos tabletas son literalmente identificadas como el pacto.  La idea es que representan y resumen el pacto.

 Parte del significado de esto es asegurarse de que tengamos en cuenta el pacto en esta ceremonia.  Traer el Arca es traer el Arca del pacto. Es conectar este templo con el pacto. Todo lo que conlleva el pacto, todas sus leyes, estatutos y ordenanzas, se está conectando aquí con la gente y su adoración en este templo.  Todas las bendiciones y maldiciones a la vista bajo ese pacto se asignan a lo que sucederá con esta nación en este templo. Esta sagrada Asamblea General no es solo un servicio de adoración. Es una ceremonia de renovación del pacto en cómo el Arca lleva el pacto es llevada a este templo sagrado.  Esto se confirmará aún más a medida que continuemos viendo este capítulo en futuros sermones.

 Si bien este capítulo se presenta en general en términos positivos, esta referencia reiterada al pacto debería recordarnos el peligro inherente a toda esta situación.  Sí, este fue un momento de alegría y celebración. Pero podría haber ido mal fácilmente. Para aclarar mi punto, permítanme decir simplemente la palabra Uza. Me refiero al hombre que Dios mató en 2 Samuel 6 la primera vez que David intentó mover el Arca a Jerusalén.  Allí, no consultaron las leyes del pacto en términos de cómo debían mover adecuadamente el Arca. Intentaron llevarlo en un carro nuevo, pero en el proceso de conducir el carro los bueyes que tiraban del carro tropezaron y el Arca comenzó a caerse del carro. Uza extendió la mano para evitar que el Arca cayera.  Dios estaba enojado por eso y lo mató en el acto. El meollo del problema era que los términos del pacto decían que el Arca no debía ser tocada por su santidad. En cambio, debía transportarse por las barras que se suponía que debían mantenerse en el Arca. Me pregunto si eso no es parte del énfasis aquí al mencionar las barras en los versículos 7-8, pero estoy divagando.  Bueno, la muerte de Uza causó enojo y temor al rey David con respecto al Arca de Dios, por lo que por un tiempo lo dejó en la casa de Obed-Edom en lugar de continuar llevándolo a Jerusalén. Sin embargo, cuando la casa de Obed-Edom fue muy bendecida por el Arca que estaba allí, David finalmente se dio cuenta de que necesitaba traerla a Jerusalén. Pero afortunadamente, luego consultó la ley para ver la forma correcta de llevar el Arca. Lo hicieron y finalmente llevaron el Arca a Jerusalén.

 Esto ayuda a explicar la referencia en el versículo 5 con todos los sacrificios que se ofrecieron cuando trajeron el Arca. Hubo muchos sacrificios ofrecidos mientras se transportaba el Arca que estaba muy alejada.  Esto es similar al segundo intento de David de traer el Arca. Después del primer desastre con la muerte de Uza, la segunda vez que trajeron el Arca también fue con sacrificio tras sacrificio. Se dice en 2 Samuel 6:13 que cada seis pasos ofrecían un sacrificio.  Claramente, algo similar está sucediendo aquí. Mi punto es que tratar con el Arca era peligroso no solo por la santidad de Dios representada a través de esto, sino también por los términos de las leyes del pacto que estaban estrechamente vinculados con esto. La desviación de esos términos del pacto demostró traer maldición sobre la gente.  Pero por otro lado, la adhesión a ella traería una gran bendición.

 Y así, el énfasis del pacto aquí nos recuerda nuestro problema con el pecado y la necesidad de que se resuelva.  Ese es un tema que Salomón mismo abordará en su gran oración en este capítulo para que la gente conozca la bendición del pacto y no la maldición del pacto.  Pero este problema finalmente mira a Cristo y el nuevo pacto que ha cumplido perfectamente la ley por nosotros para que podamos conocer las bendiciones de tal relación de pacto con el Señor.

 Eso nos lleva a nuestro punto final de hoy para hablar sobre el Arca con respecto a la Nube de Gloria y la Presencia de Dios en el templo.  Podría decirse que la mayor bendición del pacto que la gente conocería es esa gloriosa presencia de Dios entre ellos. Eso fue el centro de la intercesión de Moisés entre la gente en el Sinaí.  Está en el corazón de la intercesión de Cristo Jesús por nosotros en el nuevo pacto. Entonces, vemos esto conectado con el Arca. En el versículo 10, después de que el Arca es llevada al Lugar Santísimo, los sacerdotes salen del templo y luego una nube llena la casa del Señor.  El versículo 11 explica esto para nosotros. Esta nube era la nube de gloria del SEÑOR. Fue tan glorioso que los sacerdotes no pudieron entrar al templo por eso. Y está claramente la conexión que se hace entre la entrada del Arca del Pacto al templo y la gloriosa presencia de Dios llenando el templo.  Esta fue la misma Gloria Shekina que se experimentó en la dedicación del Tabernáculo en el día de Moisés. Éxodo 40: 34-35 describe un fenómeno similar. La nube cubrió el Tabernáculo y Moisés no pudo entrar porque la gloria del SEÑOR se asentó sobre Tabernáculo.

 Reconoce que esto es teofanía.  La teofanía es una especie de apariencia física o manifestación de Dios en la tierra.  Esto es inherentemente condescendencia de parte de Dios, porque, como dicen las Escrituras, Dios es invisible (1 Tim. 1:17).  Porque la presencia de Dios de cualquier manera para ser vista es Dios condescendencia a nuestro nivel carnal para darse a conocer a nosotros.  Déjame decirlo de otra manera. La nube de gloria estaba destinada a comunicar visiblemente lo que era la verdad invisible: la bendita presencia de Dios estaba allí morando con ellos en esa Arca en el templo en el Lugar Santísimo.  Allí, Dios estaba poniendo su nombre en la tierra en medio de ellos su pueblo.

 Todo esto debería recordarnos aquí que este fue el plan de Dios desde el Sinaí todo el tiempo.  La intención de Dios era vivir con ellos en la Tierra Prometida en un lugar central. Deuteronomio registra varias veces que llegaría un momento en que se asentarían en la tierra en que Dios elegiría un lugar para poner su nombre.  Este fue un problema que se nos recordó tan recientemente como en 1 Reyes 3. El Arca había terminado en Jerusalén cuando David la trasladó allí. Pero el Tabernáculo tampoco había sido movido. En ese momento el Tabernáculo había estado en Gibeón.  Entonces, estamos agradecidos de ver aquí en los versículos 3 y 4 que todo fue reunido y reubicado en el templo. Presumiblemente, la tienda y otros recipientes que habían sido reemplazados por nuevas versiones estaban almacenados en algún lugar del templo.  1 Reyes 3 nos había recordado que el plan de Dios era que su pueblo tuviera un único lugar central de adoración donde Dios realizara los sacrificios ante su presencia. Ahora eso finalmente se estaba uniendo.

 En términos de nuestra experiencia del nuevo pacto de la gloriosa presencia de Dios, recordamos el derramamiento del Espíritu Santo en Hechos 2. Eso también marcó la venida de la presencia de Dios entre su pueblo a través de un fenómeno visible.  Se oyó el sonido del poderoso viento y las lenguas de fuego divididas que descansaban sobre cada uno de los discípulos. Ese fue nuevamente un fenómeno visible para comunicar la verdad invisible: que el pueblo de Dios ahora sería la morada de Dios por el Espíritu Santo.  Y sin embargo, sugeriría que como lugares de vivienda somos más como tiendas de campaña en este momento que como casas permanentes. Al igual que el comienzo del pacto del Sinaí y el Tabernáculo que sucedió durante el mes de Pentecostés, también lo fue para nosotros con el derramamiento del Espíritu Santo.  El Rey Jesús obviamente esperó hasta esa fiesta para enviar al Espíritu a morar dentro de nosotros. Esto era Pentecostés y no decir que la Fiesta de los Tabernáculos fue intencional. Porque como el Sinaí, el derramamiento del Espíritu en Hechos 2 fue solo el comienzo de la cosecha y la gloria que espera al pueblo de Dios en Jesús.  ¡Fueron los primeros frutos de nosotros al conocer la presencia de Dios! Cuando Cristo regrese viniendo en las nubes, entonces nuestro tiempo de peregrinación y vagar por el desierto llegará a su fin. Entonces Dios nos llevará a un lugar donde su presencia morará más gloriosamente por toda la eternidad. Ese será el final de la cosecha.  En este momento, estamos en algún punto intermedio. Pero la dedicación del templo de Salomón aquí en la Fiesta de los Tabernáculos es la tipología de hacia dónde nos dirigimos. En este momento, el Espíritu mora dentro de cada verdadero creyente. Pero en el futuro, cuando Cristo regrese la gloria de la presencia de Dios será aún más conocida por nosotros.  Y cuando llegue la plenitud de los tiempos y llegue esa gloria consumada para nosotros, como aquí con Salomón, ese será nuevamente un tiempo para una fiesta y una celebración y un tiempo de gran adoración. Las Escrituras en otros lugares llaman a ese tiempo la “cena de las bodas del cordero” (Apocalipsis 19: 9).

 En conclusión, hermanos y hermanas, he querido que veamos la conexión aquí hoy entre la presencia de Dios y su pacto con nosotros.  El arca representaba la gloriosa presencia de Dios entre la gente. Pero también contenía el pacto representado por las tablas dentro de el.  Aquí hay una estrecha conexión entre la presencia de Dios y su pacto con su pueblo.

 Y esto es típico de nuestra relación con Dios.  Me encanta como la Confesión de Fe de Westminster describe esta verdad en el capítulo 7.1.  Dice:

 La distancia entre Dios y la criatura es tan grande que, aunque las criaturas razonables le deben obediencia a Él como su Creador, nunca podrían tener ningún fruto de Él como su bendición y recompensa, sino por alguna condescendencia voluntaria de parte de Dios, que Él  se ha complacido de expresar a modo de pacto.

 Así es como Dios interactúa con nosotros.  Él facilita su relación con nosotros a través del pacto.  Como ínter actuamos con Él, cómo lo conocemos, cómo experimentamos su presencia, se hace en el contexto y el gobierno de su pacto con nosotros.

 Por lo tanto, que hoy se nos recuerde nuestro disfrutar del pacto de su presencia.  Que se nos recuerde acercarnos en nuestra comunión con Dios de tal manera, con pacto.  Eso significa muchas cosas, pero permítanme mencionar algunas. Significa que la base de nuestra relación de pacto con Dios es la obra terminada por Jesucristo en la cruz, no nuestras propias obras o dignidad.  Significa que los términos del pacto y, por lo tanto, nuestro acceso a Dios es a través de poner nuestra fe y confianza en Jesús para salvación, no por algo que hacemos para ganarnos una parte en este pacto. Significa que Dios nos da ordenanzas de pacto, como la Palabra, los sacramentos y la oración, en sobre cómo debemos experimentar y disfrutar especialmente su presencia.  Y significa que la ley que Dios está escribiendo en nuestros corazones bajo el nuevo pacto es nuestra guía sobre cómo debemos esforzarnos por vivir y actuar como aquellos que son el templo sagrado de Dios.

 Es bueno tener no solo la presencia de Dios en nuestras vidas, sino tener esa presencia expresada por medio de un pacto.  Que podamos regocijarnos nuevamente hoy ante la presencia de Dios, que es nuestra como aquellos que son miembros del pacto de gracia de Dios.  Amén.

 Copyright © 2019 Rev.W. Reid Hankins, M.Div.

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